Fracturas por fragilidad ósea en la infancia: enfoque clínico-radiológico según su etiología.
Resumen
Introducción: las fracturas pediátricas se relacionan frecuentemente con un trauma de considerable energía. Sin embargo, las fracturas por fragilidad ósea (FFO) ocurren por trauma de baja energía o sin él, alterando estructura y/o metabolismo óseo y comprometiendo su resistencia mecánica. Son poco frecuentes en la infancia. Presentan síntomas inespecíficos, de difícil diagnóstico y puede omitirse inicialmente. Existen múltiples causas que generan fragilidad ósea y fractura. Entre ellas: genéticas, neurológicas, metabólicas, infecciosas, carenciales, y tumorales. Objetivo: mostrar los casos y su etiología que generó fracturas por fragilidad ósea en la población pediátrica.
Material y métodos: estudio retrospectivo, observacional, descriptivo. Se analizaron historias clínicas de pacientes con FFO de distintas etiologías atendidos en nuestro centro entre 2011 y 2025. Las variables estudiadas fueron: etiología, edad, sexo, y localización anatómica. Los criterios de inclusión fueron: pacientes de 0 a 15 años con FFO e historia clínica completa. Se describió la sintomatología y los métodos de diagnóstico al ingreso y controles posteriores incluyendo biopsia, tratamiento y evolución.
Resultados: seleccionamos 12 pacientes (16 fracturas). La etiología fue: tumores primarios benignos 4 (quiste óseo aneurismático, displasia fibrosa, fibroma osificante y fibroma no osificante); tumor primario maligno 1 (osteosarcoma); tumor secundario 1 (neuroblastoma); infección 1 (osteomielitis); causas neurológicas 2 (mielomeningocele y encefalopatía crónica no evolutiva); metabólica 1 (osteopenia del prematuro); causa genética 1 (osteogénesis imperfecta) y etiología carencial 1 (escorbuto). Edad promedio: 3 años y 8 meses (2 meses a 14 años y 11 meses). Sexo masculino 66%. Localización anatómica: fémur (6); húmero (4); tibia (3). Un único paciente presentó 2 focos de fractura (neuroblastoma en fémur y húmero)
Conclusiones: en los niños se reemplaza el concepto de fragilidad ósea por envejecimiento, asumiendo un papel primordial las causas tumorales, infecciosas, neurológicas, metabólicas, genéticas, y carenciales. Conocerlas, permite tratarlas y adelantarse a la fractura.
Nivel de evidencia: IV