RUPTURA DEL TENDON DE AQUILES. ¿REALIMENTE SE PRODUCE SOBRE TENDINOPATIA PREVIA?
Resumen
INTRODUCCION: El tendón de Aquiles es el que más frecuentemente sufre una ruptura.
Suele provocarse mayoritariamente en deportistas de futbol, básquet y rugby en un rango etario entre los 35 y 45 años.
Si bien las características de la ruptura, la presentación clínica, el diagnóstico y el tratamiento son conocidos por toda la comunidad científica, lo cierto es que aún es controvertida la fisiopatología de la ruptura relacionado con las condiciones del tendón previo la ruptura.
El proceso de ruptura se supone que el tendón sufre la ruptura cuando sobrepasa la capacidad del mismo de estiramiento del mismo más allá de lo que el mismo puede resistir, aunque también en algunos casos puede ser debido a patologías sistémicas mórbidas, quien pueden generar la lesión de forma asilada o concomitante al factor biomecánico referido.
El objetivo de esta presentación es evaluar los pacientes intervenidos con tenorrafia por ruptura del tendón de Aquiles y su posible relación con Tendinosis previa.
MATERIAL Y METODOS: Se revisó de forma retrospectiva los últimos 100 pacientes operados por una ruptura de Aquiles (tenorrafia término terminal) en nuestro servicio.
Los mismos se intervinieron durante el periodo comprendido entre marzo de 2021 a junio 2023, (punto de corte al momento de presentación del trabajo).
La edad promedio de los pacientes fue 37,4 años (rango entre 34 y 50 años)
Casi el total de los pacientes eran masculinos (solo una paciente del sexo femenino).
A todos ellos se les interrogo por antecedentes patologías sistémicas, dolor previo a la ruptura, nivel de competencia.
Se revisó además la ecografía solicitada al momento de la ruptura (realizadas todas por el mismo equipo y profesionales en ecografía).
RESULTADOS: Ninguno de los 100 pacientes presentaba al momento de la ruptura alguna patología sistémica o comorbilidad conocida.
Con respecto al dolor, solo uno (1%) mencionaba dolor previo a la ruptura.
En cuanto al nivel de competencia, todos los deportistas eran competidores de futbol amateur, pero 97 de ellos (97%) habían comenzado a participar de la actividad deportiva en un tiempo previo a la ruptura menor a 6 semanas luego de inactividad deportiva prolongada.
Finalmente de todas las ecografías realizadas para confirmar el diagnóstico de ruptura previo a la intervención quirúrgica solo en 17 de ellas (17%) se observó un proceso de Tendinopatia previa subyacente acompañando a la ruptura.
DISCUSION: En casi la totalidad de los trabajos de rupturas de Aquiles se menciona que las mismas se producen posterior a un proceso de Tendinopatia degenerativa, crónica previa.
CONCLUSIONES: Si bien en la literatura médica científica mundial se considera a la Tendinopatia crónica de Aquiles un territorio probable para la ruptura, es posible que esta asociación no sea lineal.
En esta serie observamos la baja correlación entre rupturas y la Tendinopatia previa.
Además la prácticamente nula presencia de dolor previo a la ruptura, lo cual haría más difícil aun realizar un diagnóstico de tendinopatia de Aquiles.
Lo que si se encuentra es una fuerte asociación entre la ruptura y un comienzo de actividad deportiva luego de un periodo prolongado de inactividad.