Nuestra experiencia en reconstrucción del ligamento cruzado anterior con diferentes injertos. Dolor y movilidad postoperatorias.
Resumen
Introducción:
El ligamento cruzado anterior (LCA) es esencial para la estabilidad de la rodilla y su lesión, común en la población, ha aumentado en mujeres por su participación en deportes de contacto. La reconstrucción del LCA con injertos tendinosos es común debido a la baja capacidad de cicatrización del ligamento nativo. Los injertos autólogos son los más utilizados y se busca que reproduzca las propiedades biomecánicas, reduzca la morbilidad del sitio donante, proporcione estabilidad, se integre biológicamente y permita una rehabilitación rápida. El uso del tendón del peroneo lateral largo ha ganado popularidad por su presunto manejo del dolor y una recuperación más rápida. Este estudio compara resultados entre la reconstrucción artroscópica del LCA con injerto del peroneo lateral largo versus injertos autólogos del recto interno y semitendinoso, buscando enriquecer la literatura y ayudar en la toma de decisiones para los cirujanos.
Materiales y métodos:
El siguiente trabajo es un estudio analítico y retrospectivo, donde se evaluó a 30 pacientes sometidos a reconstrucción artroscópica de ligamento cruzado anterior con injertos de músculo peroneo lateral largo y músculos semitendinoso y recto interno entre septiembre de 2023 y abril de 2024. Se analizaron variables como el dolor postoperatorio, medido en la escala visual analógica (EVA), y el rango de movimiento con un goniómetro a los 7 y 14 días después de la cirugía. Los resultados se compararon entre los dos tipos de injertos utilizados.
Resultados:
La muestra consistió en 30 pacientes, divididos en dos grupos iguales: uno recibió injerto del músculo peroneo lateral largo y el otro del semitendinoso y recto interno. En el grupo del peroneo lateral, el 60% fueron hombres y el 40% mujeres; en el grupo del semitendinoso y recto interno, la distribución fue 53% hombres y 47% mujeres. La edad media fue de 29 años para el primero y 27 años para el segundo grupo. En cuanto al dolor postquirúrgico, a los 7 días, la media fue de 4 para el peroneo lateral y 7 para el otro grupo; a los 14 días, fue de 3 y 4 respectivamente. La diferencia de 3 puntos en el dolor a los 7 días fue estadísticamente significativa (p <0.001), pero no a los 14 días (p >0,05). En cuanto al rango de movilidad, los pacientes con injerto del peroneo lateral alcanzaron mayores grados de flexión en ambos controles, con diferencias estadísticamente significativas (p < 0.01) respecto al grupo del semitendinoso y recto interno.
Discusión:
La reconstrucción del ligamento cruzado anterior con injerto del músculo peroneo lateral largo, proporciona resultados funcionales que son comparables a otros sitios de injerto, con menor riesgo de complicaciones en el sitio donante. El autoinjerto del tendón peroneo lateral largo, destaca una menor incidencia de comorbilidades en la rodilla debido a que el sitio donante se encuentra alejado de la misma. Multiples estudios coinciden con nuestros hallazgos al mostrar que el injerto del peroneo lateral largo reduce el dolor postoperatorio y mejora el rango de movilidad en flexión en comparación con el tendón de la pata de ganso. Se reconoce que la variabilidad en el umbral del dolor y el uso de tramadol como analgésico pueden influir en los resultados postquirúrgicos y en la percepción del paciente y del cirujano.
Conclusión:
El tendón del músculo peroneo lateral largo, reduce el dolor postquirúrgico y permite un mayor rango de movilidad a corto plazo.