Uso de cotilos tripolares en reemplazo total de cadera. Resultados a mediano plazo en 30 pacientes.

Resumen

Antecedentes:

La inestabilidad protésica posterior al reemplazo total de cadera representa la complicación más frecuente. Compromete severamente la calidad de vida de los pacientes y puede requerir cirugía de revisión. Entre sus causas más frecuentes se encuentra la deficiencia del aparato abductor, la cual puede deberse a múltiples intervenciones previas o procesos infecciosos asociados. 

El empleo de componentes acetabulares tripolares se reserva para casos de alto riesgo de luxación protésica postoperatoria. A pesar de no estar exentos de complicaciones, su uso se ha incrementado en años recientes ya que diferentes publicaciones reportaron tasas de sobrevida mayores al 90%.

Objetivos:

Evaluar la sobrevida, complicaciones y tasas de revisión en pacientes intervenidos por reemplazo total de cadera con empleo de cotilo tripolar. Como objetivos secundarios, analizar los diagnósticos que llevaron a su uso y los factores que pudieron asociarse a falla.

Método: 

Análisis retrospectivo de pacientes operados entre los años 2009 y 2019 en nuestra institución, en quienes se implantó componente acetabular tripolar, con un seguimiento mínimo de 2 años. Se analizó evolución, complicaciones, sobrevida del componente tripolar, tasa de falla y factores que pudieron relacionarse con la misma. Se registró el diagnóstico, el número de cirugías previas, los episodios de inestabilidad, el estado del aparato abductor, presencia de osteotomía de trocánter mayor y la técnica de fijación del componente tripolar. Se determinó la existencia de migración y signos de aflojamiento del componente acetabular en controles radiográficos sucesivos. Se consideró falla como la migración o la luxación del cotilo tripolar o la necesidad de retirar el mismo. 

Resultados:

Serie conformada por 30 pacientes con seguimiento promedio de 6.2 años (2-10). El 63.3% (n:19) fue de sexo femenino, con edad media de 73.7 años (44-85) e IMC de 28.7 (22.2-34.4). En el 93,3% se trató de cirugía de revisión, con un promedio de 3.4 cirugías previas (1-8). Los diagnósticos más frecuentes para el empleo de cotilo tripolar fueron inestabilidad protésica en 36.7% (n:11), infección protésica asociada a compromiso de aparato abductor en 16.7% (n:5) y ambas condiciones asociadas en 20% (n:6). El 46.7% (n:14) presentó diagnóstico de infección previa. En los pacientes con antecedentes de inestabilidad, el número promedio de luxaciones preoperatorias fue 4.1. En el 30% de los casos se implantó liner tripolar cementado. La tasa de reintervención fue del 33.3%, con un índice de falla del cotilo tripolar de 20% (n:6). El porcentaje de falla de los liner cementados fue de 33.3% mientras que de los no cementados 14.3% (p=0.23). Se observó un aumento estadísticamente no significativo en la proporción de pacientes con inestabilidad (p=0.54), e inestabilidad con infección (p=0.36) en el grupo de falla. Cuatro de los pacientes con diagnóstico de infección previa (28.6%) evolucionaron con persistencia de la misma que requirió toilette posterior a la implantación del cotilo tripolar, con conservación del implante. La sobrevida de cotilos tripolares luego de 6.2 años fue del 80%.

Conclusión: 

La inestabilidad protésica recidivante de cadera, así como la deficiencia severa del aparato abductor, representan un desafío para los cirujanos ortopédicos, ya que suelen presentarse en pacientes complejos con múltiples cirugías previas. El empleo de cotilos tripolares demostró ser una alternativa de tratamiento y prevención de inestabilidad protésica en este grupo de pacientes, logrando una sobrevida del 80% a más de 6 años. Sin embargo, la tasa de complicaciones continúa siendo elevada, de manera que la selección del paciente y la técnica quirúrgica rigurosa son de vital importancia.

Nivel de evidencia: IV