Uso de aloinjerto en reconstrucciones ligamentarias de rodilla. Experiencia en 7 años.
Resumen
Introducción. El objetivo del presente estudio observacional descriptivo es transmitir nuestra experiencia con el uso de aloinjertos en reconstrucciones ligamentarias de rodilla, valorando la presencia de infecciones, artrofibrosis, y falla en los primeros dos años.
Material y métodos. En un período de 7 años se realizaron 65 cirugías de reconstrucción ligamentaria de rodilla en 63 pacientes. El criterio de inclusión fue para todos los pacientes sin infección activa con lesiones ligamentarias de rodilla que para su reconstrucción se haya utilizado aloinjerto. Se realizaron 35 reconstrucciones primarias de LCA, 6 cirugías de revisión de LCA, 9 reconstrucciones de ligamento cruzado posterior, y 15 reconstrucciones multiligamentarias.
Resultados. No se evidenciaron complicaciones infecciosas agudas ni crónicas que comprometan al aloinjerto. No se registraron casos de artrofibrosis. Se presentaron 2 fallas dentro del primer año en 2 pacientes.
Discusión. Las lesiones de la rodilla son una de las más comunes lesiones experimentadas durante la actividad física. La elección de la técnica quirúrgica depende principalmente del cirujano. La elección del injerto utilizado depende del paciente, de su decisión y expectativa. los pacientes tratados quirúrgicamente mediante reconstrucción muestran mejor resultados funcionales, desarrollan menos inestabilidad residual, y regresan antes a su actividad laboral, y la necesidad del uso de aloinjertos aumenta según la cantidad de estructuras lesionadas. En cuanto a resultados funcionales, la literatura se encuentra a favor del uso de autoinjerto en la reconstrucción de LCA, pero los resultados no son significativamente superiores
Conclusión. Las lesiones ligamentarias de rodilla se han incrementado tanto en número como en complejidad y franja etaria. Así, hoy en día nos encontramos con mayor frecuencia lesiones multiligamentarias donde los autoinjertos no son suficientes, ya sea por un aumento en el número de revisiones, y por el aumento de la edad de los pacientes, donde extraer un autoinjerto supone mayor morbilidad. Con este panorama de frente, los aloinjertos de tejidos crean una ventaja en estas prácticas quirúrgicas, con mínimas complicaciones y buenos resultados.