Alta tasa de recurrencia y peores resultados funcionales en arqueros de fútbol en comparación con jugadores de campo después de una reparación artroscópica de Bankart.
Resumen
Métodos: Se realizó un estudio de cohortes comparativo retrospectivo en pacientes que se sometieron a un (ABR) entre enero de 2017 y diciembre de 2019. Se preguntó a los pacientes si habían podido practicar deportes nuevamente, si los habían podido realizar al mismo nivel que antes de la lesión y si decidían cambiar de posición. Se utilizó una Escala Analógica Visual (EVA) para evaluar el dolor con actividades de la vida diaria y deportivas. La puntuación de Rowe se utilizó como medida de resultado global. La capacidad deportiva dependiente del hombro se midió con el Sistema de puntuación de resultados del hombro atlético (ASOSS). Se documentaron recurrencias y revisiones.
Resultados: en total, 100 % regreso a la práctica deportiva sin diferencias entre posiciones (p 0,589); sin embargo, solo el 55% (n=6) de los arqueros volvieron al mismo nivel (p 0,003). Se encontraron excelentes resultados funcionales postoperatorios; sin embargo, hubo diferencias estadísticamente significativas en las puntuaciones VAS, ROWE y ASOSS con respecto a la posición, los porteros mostraron peores resultados que los jugadores de campo. La tasa de recurrencia global fue del 8,6 %, encontrando diferencias estadísticas significativas entre posiciones, porteros 27,2 % vs jugadores de campo 5,7 %, p 0,049. Además, las probabilidades de que los porteros tuvieran una recurrencia fueron significativamente más altas que las de los jugadores de campo (OR 6,1, IC del 95 %: 1,1-32, p 0,032). Encontramos una tasa de revisión del 4,9% sin diferencias entre puestos (p 0,449).
Conclusión: aunque los resultados de la reparación artroscópica de Bankart (ABR) fueron generalmente favorables en los jugadores de fútbol, al considerar la posición de juego, los porteros mostraron tasas de recurrencia significativamente más altas, tasas más bajas de retorno a los deportes al mismo nivel y peores resultados funcionales que las posiciones de campo. Por lo tanto, creemos que se debe considerar la posición de juego en el manejo de la inestabilidad del hombro en los jugadores de fútbol.
