Colgajo intermetacarpiano palmar para liberación de sindactilia sin injerto de piel: estudio anatómico y aplicación clínica
Resumen
Resumen
Introducción:
Se han descrito colgajos de piel del dorso de la mano para evitar el injerto de piel de los dedos en la liberación de sindactilias. Aunque estas técnicas sin injerto de piel presentan una menor tasa de complicaciones a largo plazo, provocan una cicatrización dorsal antiestética y una peor satisfacción del paciente. Describimos una técnica novedosa mediante un colgajo palmar intermetacarpiano mediante la realización de un estudio anatómico y aplicación clínica.
Materiales y Métodos:
Se usaron diez extremidades superiores frescas inyectadas con látex coloreado para estudiar las perforantes cutáneas palmares a la piel de colgajos diseñados en forma elíptica del segundo al cuarto espacio intermetacarpiano. Su longitud se extiende desde el centro de cada rayo involucrado y mide un 40-50% de la longitud de la palma. Este colgajo se utilizó para liberar sindactilias simples en tres pacientes con una edad media de 24 meses (rango= 18-30 meses). Luego de la incisión en la piel, se liberaron los tabiques cutáneos al canal digital para permitir el avance del colgajo al espacio comisural. Las perforantes cutáneas no fueron disecadas. Se utilizó la escala de cicatriz de Vancouver (VSS) para evaluar la calidad de la cicatriz.
Resultados:
El estudio anatómico reveló una media de 2,77 (rango de 1 a 4) perforantes cutáneas con origen en los vasos comunes o digitales propios para cada espacio intermetacarpiano. El avance del colgajo palmar intraoperatorio proporcionó cobertura de comisura en todos los niños sin necesidad de injertos de piel. Durante un seguimiento medio de 15 meses, no se produjeron complicaciones. La VSS media de la cicatriz de la palma fue de 2,4 (rango de 2 a 3) mientras que fue de 3 (rango de 3 a 3) para las cicatrices de las comisuras.
Discusión:
El colgajo intermetacarpiano palmar vascularizado demostró ser efectivo para reconstruir el espacio comisural, evitando la necesidad de injertos de piel en la base de los dedos y brindando excelentes resultados cosméticos.
Si bien la piel de la palma está mucho más adherida que la piel del dorso de la mano y, por lo tanto, conceptualmente es menos susceptible de lograr avance a la comisura, nuestra técnica evita esta dificultad.
La técnica reportada es innovadora en comparación con las técnicas sin injerto descritas anteriormente para liberar sindactilias porque utiliza piel palmar. Sin embargo, nuestro estudio tiene varias debilidades, dentro de ellas un número muy pequeño de pacientes (n=3) y procedimientos (n=5); y un seguimiento relativamente corto (12 a 18 meses). Esperamos que estos resultados favorables estimulen otros estudios de investigación en la reconstrucción de sindactilias.
Conclusiones: La liberación de sindactilias sin injerto de piel mediante un colgajo intermetacarpiano palmar parece fiable y fácil de realizar.
Nivel de Evidencia: IV
